Este miércoles 15 de junio se celebra el Día del Libro en la Argentina, una jornada donde se rescata el valor y la importancia que tiene la literatura para la sociedad. Si bien a nivel mundial se festeja el Día Internacional del Libro cada 23 de abril, el país tiene doble festejo y su fecha de origen se remonta al 1908.
La elección de la fecha se origina en un evento que ocurrió un día como hoy, pero en 1908, cuando el Consejo Nacional de Mujeres entregó los premios y distinciones de un concurso literario que había organizado. A partir de ese momento se instaló la fecha como un festejo anual, hasta que en 1924 el Consejo logró que a través del Decreto N°1083 el presidente Marcelo Torcuato de Alvear estableciera el 15 de junio como Fiesta del Libro a nivel nacional.
En ese entonces, el decreto que firmó el presidente sostenía que el libro era un “registro imperecedero del pensamiento; de la vida de los individuos y las sociedades… y vínculo indestructible de las generaciones humanas de todas las razas, lenguas, creencias, entre otros”
Si bien en la Argentina se conmemora hoy, el Día Mundial del Libro tiene una fecha diferente. Se lo celebra el 23 de abril al igual que el Día del Derecho de Autor. Esto se instauró en 1995 a partir de una propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Éste tiene como objetivo recordar la importancia que tienen los libros y también una serie de cuestiones que se relacionan con ellos, como lo es la propiedad intelectual.
La elección de la fecha no fue al azar: se optó por el 23 de abril en honor a tres grandes escritores de talla mundial que dejaron una huella imborrable en la literatura. Ese día se le rinde homenaje a Miguel de Cervantes (quién falleció un 22 de abril), William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega (ambos murieron un 23 de abril). Lo curioso es que las tres defunciones fueron en 1616.
Por su parte, el universo literario argentino abarca tanto a sus grandes escritores y como también a esas librerías que mantienen vivas las letras día a día. Valor que tienen relevancia y reconocimiento a nivel mundial.
Fue así como en 2011 la Unesco eligió a la ciudad de Buenos Aires como la Capital Mundial del Libro por “la calidad y variedad de acciones que promueven la actividad literaria” en una ciudad que “cultiva la lectura y la creación como una de sus principales actividades simbólicas”.
Fuente: La Nación •
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